Queridos hermanos,
La alegría que compartimos hoy lleva el nombre del Beato Santiago Alberione. Para nosotros, él es el padre y apóstol de la evangelización a través de todos los medios y lenguajes modernos, un don por el cual siempre alabaremos al Divino Maestro.
Este año lo recordamos junto con el 50 aniversario de la Exhortación Apostólica Evangelii Nuntiandi del Papa San Pablo VI, que nos recuerda la fecunda relación entre ambos. Ambos cultivaron un amor especial por la Iglesia y por la evangelización, un anhelo que los abarcó por completo. La centralidad de la misión es, en verdad, la brújula que guía a nuestras comunidades, pues expresa nuestra condición de apóstoles-comunicadores. Estas palabras de san Pablo VI siguen siendo fuente de inspiración hoy: «Puestos al servicio del Evangelio, los medios de comunicación social son capaces de extender casi infinitamente el campo de la escucha de la Palabra de Dios y llevan la Buena Noticia a millones de personas» (n.º 45). ¡Verdaderamente, el Evangelio es el don que la humanidad espera!
Renovamos nuestro compromiso apostólico, conscientes de que estamos llamados no solo a ser simples influencers, sino a ser creators, testigos del Resucitado que dan forma a historias, experiencias, comunión, significado… en todo contexto existencial de comunicación, para que la humanidad encuentre a Jesús, el Camino, la Verdad y la Vida.
Esto, en realidad, es lo que vivieron el P. Timoteo Giaccardo y aquellos jóvenes —hace ya cien años— que juntos, el 15 de enero de 1926, fundaron la comunidad de Roma, la primera fundación después de la Casa de Alba. Pongámonos a disposición del Espíritu Santo para que Él obre en nosotros como obró en nuestro padre, el Beato Santiago Alberione.
¡Feliz día de la fiesta!
P. Domenico Soliman
Superior general