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Formas de Oración

09 Ago

En este año “dedicado a la oración”, en preparación al Jubileo 2025, compartimos algunas reflexiones del ciclo de Catequesis sobre la Oración del Papa Francisco.

Súplica

Pedir, suplicar. Dice el Catecismo: «Mediante la oración de petición mostramos la conciencia de nuestra relación con Dios: por ser criaturas, no somos ni nuestro propio origen, ni dueños de nuestras adversidades, ni nuestro fin último; pero también, por ser pecadores, sabemos, como cristianos, que nos apartamos de nuestro Padre. La petición ya es un retorno hacia Él» (n. 2629).

No hay orante en el Libro de los Salmos que levante su lamento y no sea escuchado. Dios responde siempre, de una manera u otra. Dios escucha el grito de quien lo invoca. Es cuestión de paciencia, siempre, de soportar la espera.

Intercesión

Quien reza no deja nunca el mundo a sus espaldas. Si la oración no recoge las alegrías y los dolores, las esperanzas y las angustias de la humanidad, se convierte en una actividad “decorativa”, una actitud superficial, de teatro, una actitud intimista.

La oración es nuestro corazón y nuestra voz, y se hace corazón y voz de tanta gente que no sabe rezar o no reza, o no quiere rezar o no puede rezar: nosotros somos el corazón y la voz de esta gente que sube a Jesús, sube al Padre, como intercesores. Recemos los unos por los otros: nos hará bien a nosotros y hará bien a todos.

Acción de gracias

La oración de acción de gracias comienza siempre desde reconocerse precedidos por la gracia. Hemos sido pensados antes de que aprendiéramos a pensar; hemos sido amados antes de que aprendiéramos a amar; hemos sido deseados antes de que en nuestro corazón surgiera un deseo. Si miramos la vida así, entonces el “gracias” se convierte en el motivo conductor de nuestras jornadas. Cuando tú das gracias, expresas la certeza de ser amado.

Alabanza

Los santos y las santas nos demuestran que se puede alabar siempre, en las buenas y en las malas, porque Dios es el Amigo fiel. Este es el fundamento de la alabanza: Dios es el Amigo fiel, y su amor nunca falla. Él siempre está junto a nosotros, Él nos espera siempre.

Fuente: Catequesis sobre la oración, Audiencia General, 9, 15, 30 de diciembre 2020 y 13 de enero 2021.

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