La fe cristiana se fundamenta en un Dios que nos habla de forma cercana. En Éx 33, 11 dice: “Yahvé hablaba con Moisés cara a cara, como habla un hombre con su amigo”. Por eso, la comunicación es parte constitutiva del cristianismo. El arte de la comunicación efectiva radica en la habilidad para expresar ideas de manera clara y persuasiva, implica no sólo transmitir información, sino también comprender las necesidades y perspectivas de los receptores. Requiere un equilibrio entre la claridad en el lenguaje verbal y no verbal, la empatía para adaptarse al contexto y la capacidad de escuchar con atención.
En ese sentido, Jesús de Nazaret es el modelo del comunicador cristiano o, mejor dicho, el arquetipo, ya que los atributos que debe tener un comunicador derivan de Jesús, su fuente original, que se revela como la "Palabra hecha carne" (Jn 1, 14), enfatizando la importancia de la comunicación de Dios con el hombre, no sólo a través de textos sagrados, sino, a través de una Persona. En Mt 13, 34 encontramos que "sin parábolas no les hablaba", destacando cómo utilizaba historias sencillas, pero profundas, para transmitir sus enseñanzas sobre el Reino de Dios.
Los gestos compasivos de Jesús quedan plasmados en Mc 1, 41, cuando "movido a compasión, extendió la mano y tocó" a un leproso, comunicando no sólo sanidad física, sino también aceptación y acogida. En Jn 13, 5, durante la Última Cena, Jesús realiza el acto humilde de lavar los pies de sus discípulos, un gesto simbólico que comunica servicio y humildad.
Las acciones de Jesús respaldan sus palabras, como se evidencia en Mt 9, 35, donde "recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas, predicando el Evangelio del Reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia". Este pasaje refleja la coherencia entre su enseñanza y su actuar, revelando un mensaje respaldado por acciones concretas.
En Mc 2, 17, Jesús proclama: "No he venido a llamar a justos, sino a pecadores". Esta declaración resume su mensaje de redención y perdón, revelando la esencia de su comunicación o Evangelio (Buena Noticia). Así, a través de palabras, gestos y acciones, Jesús se presenta como un comunicador integral, trascendiendo las barreras y prejuicios para ofrecer un mensaje de amor y gracia.
Luis Eduardo Breña Solano
Centro Bíblico San Pablo