Eva piensa que es transparente, como un fantasma, y que solo algunos animales pueden verla. Pero un día dos niños la invitan a jugar y entonces se da cuenta de que no es transparente. A ella le gusta más ser un árbol o una farola, volar con los pájaros o subirse en una nube, pero sus nuevos amigos quieren enseñarle a correr, saltar, columpiarse y montar en bicicleta. A Eva le sorprende descubrir que ella también puede enseñarles cosas interesantes a sus amigos. ¿Quieres descubrirlas?

Te van a encantar… Un cuento para aprender atención o conciencia plena y descubrir el secreto de la relajación y la quietud.