Celebrar y participar en la fiesta del Cuerpo de Cristo es una gran responsabilidad, porque si nos acercamos a Cristo Eucaristía es porque nos comprometemos a transformarnos en Eucaristía; es decir, aceptar ser ofrenda para el prójimo, lavarles los pies, amarlo, servirlo, curarlo, vendarle las heridas, llevarlo al mesón, perdonarlo, darle de comer, vestirlo... Al contemplar a Jesús en la Eucaristía, Él nos irá entregando sus secretos que concluirán en el estilo de vida de entrega. Si esto no sucede, estamos adorando otra eucaristía que no es Jesús Eucarístico.
Para ser ofrenda eucarística se necesita una gran fe en Jesús y de ahí nace una experiencia mística que pocos entienden y muchos cristianos santos experimentan. Necesitamos no solo contemplar a Jesús, sino recibirlo hasta decirle a nuestro hermano, "toma, esto es mi cuerpo que lo entrego por ti en este servicio". Si comes, contemplas y adoras a Jesús presente es ese pedacito de pan, es Jesús que va transformando tu vida para entregarla con amor en un servicio sencillo y trascendente. Hacer la experiencia de Cristo en la Eucaristía sin una experiencia profunda de fe es creer que está ahí solo para contentarte en tus sufrimientos y escuchar tus peticiones y la Eucaristía no solo es oración, sino es compromiso y el cristiano no puede cometer este error que la Eucaristía es solo oración.
NO LO VEN NUESTROS SENTIDOS
La presencia eucarística es una realidad que no se pueden percibir con los sentidos, necesitas la fe para poder comunicarte con Dios que quiso quedarse en ese pedacito de pan. Ante Jesús Eucarístico se pide el don de la fe, es decirle, "creo Señor, pero aumenta mi débil fe". Es en ese pedacito de pan partido, entregado y comido de donde recibes el amor de Cristo para que tú seas pan eucarístico para tus hermanos. El fin de Jesús Eucaristía es ir más allá de la contemplación, es actuar como Jesús que se dio totalmente al prójimo. De rodillas o de pie ante Jesús Eucaristía, lo que interesa es salir decididos de su presencia para dar la vida por el prójimo y servirlos.
P. Guillermo Gándara E.
Sacerdote paulino