Claves de los mensajes por la Jornada Mundial de la Paz
2014. La fraternidad es el fundamento de la paz: La fraternidad nos lleva a ver y a tratar a cada persona como un verdadero hermano; sin ella, es imposible la construcción de una sociedad justa, de una paz estable y duradera.
2015. Ya no somos esclavos sino hermanos: La persona no puede ser tratada como objeto. Hay que ser artífices de una globalización de la solidaridad y de la fraternidad, combatiendo la indiferencia.
2016. Vencer la indiferencia: La indiferencia ante el prójimo asume el aspecto de inercia y despreocupación, que alimenta injusticias, violencia e inseguridad. Como Jesús, el buen samaritano, tenemos que pasar de la indiferencia a la misericordia y la solidaridad.
2017. La no violencia como estilo de vida para la paz: La violencia no es la solución. Jesús trazó el camino de la no violencia: dar muestras de misericordia, rechazando descartar a las personas, dañar el ambiente y querer vencer a cualquier precio.
2018. Acoger a todos: Abrazar a quienes huyen de la guerra y el hambre. Una estrategia que incluye cuatro acciones: acoger, proteger, promover e integrar.
2019. Una buena política al servicio de la paz: El futuro está en peligro cuando la política apunta únicamente a proteger los intereses particulares. Cuando se construye confianza, en la posibilidad de trabajar juntos, por el bien común, se favorece la paz.
2020. Toda guerra es un fratricidio: La paz es incompatible con el miedo a la mutua destrucción o la amenaza de aniquilación total; sólo es posible desde una ética global de solidaridad y cooperación.
2021. Fomentar una cultura del cuidado: Asumir el compromiso por la promoción de la dignidad de toda persona humana, la solidaridad con los pobres y los indefensos, la preocupación por el bien común y la salvaguardia de la creación.
2022. Diálogo, educación y trabajo: el diálogo entre las generaciones es base para la realización de proyectos compartidos. La educación, un factor de libertad, responsabilidad y desarrollo. Y el trabajo permite una plena realización de la dignidad humana.
2023. Nadie puede salvarse solo: Ya no podemos pensar sólo en preservar el espacio de nuestros intereses personales o nacionales, sino que debemos concebirnos a la luz del bien común, con un sentido comunitario, es decir, como un “nosotros” abierto a la fraternidad universal.