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Cuarto Domingo de Adviento

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20 Dic

ALÉGRATE, LLENA DE GRACIA

El Evangelio de hoy, Cuarto Domingo de Adviento, te da la oportunidad para analizar brevemente el proceso de la virgen María en torno a su participación a la misión de Cristo, nuestra Redención. Inicia con el saludo, “Alégrate, llena de gracia” y terminando con la disposición total de la virgen María expresada en su frase, “Soy la esclava del Señor, que se cumpla en mí según tu Palabra”. Se trata de un compromiso por parte de la virgen María que, al comprenderlo, lo aceptó y se sostuvo en su vocación. Contempla antes de Navidad el saludo del ángel a la virgen María, “Alégrate, llena de gracia”. Esta frase contiene la explicación de todos los dogmas marianos. Por el espacio no podemos ni siquiera intentar explicarla. Solo contempla la frase. Y, dicho sea de paso, si tu Biblia no tiene esta frase, “Alégrate, llena de gracia”, no es católica.

LA HUMANIDAD NECESITA HUMILDAD

Reflexiona brevemente en la humildad de la virgen María. Sabes lo importante que es esta virtud, sobre todo, después de la pandemia que nos enseñó que por más adelantos científicos que logremos, no nos autoriza a querer mirar a Dios de arriba a abajo. La humildad de la virgen María es su estilo de vida y debe ser el tuyo si quieres manifestar que has aprendido algo del mensaje del virus en tiempo de la pandemia. Quien tiene humildad sabe que no es el centro de la ciencia; sabe que es de carne y hueso y que un simple virus invisible lo puede tumbar. Quien tiene humildad se acerca con sinceridad a los demás, le es más fácil enseñarle a la sociedad que es posible servir a los demás; que es el camino de relaciones humanas. La humildad inspirada en Jesús y en la virgen María, es necesaria en la actual época orgullosa.

El próximo 24 de diciembre contempla también a Jesús en un pesebre que es paja, “cuarto de animales, objeto de desprecio, pobrísimo, pero allí está Jesús, Camino, Gracia, María Reina de los Santos, san José primero en santidad. El pesebre es la primera cátedra de humildad, sencillez, pobreza, obediencia de Jesús y ahí mismo tiene a sus primeros dos alumnos, María y José. Inscríbete en la cátedra de Jesús.

EQUIPO PAULINO

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