La Solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo, es una celebración litúrgica que nos invita a contemplar la suprema autoridad y el reinado universal de Cristo. Esta festividad se basa en las declaraciones de Jesús como el Hijo del Hombre que viene a juzgar a las naciones en los evangelios: Mc 13, 24-27; Mt 24, 29-31 y Lc 21, 25-27 y en la profecía de Daniel 7, 13-14.
En varias ocasiones, Jesús se presentó a sí mismo como el Hijo del Hombre que vendría en gloria para juzgar a vivos y muertos. En Mateo 25, 31-32 nos dice: "Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria. Serán reunidas delante de él todas las naciones, y apartará a los unos de los otros". Estas palabras revelan la suprema autoridad y el poder de Jesús para juzgar a toda la humanidad. Su trono de gloria simboliza su dominio sobre el universo y su derecho a juzgar a cada persona según sus obras.
La profecía de Daniel 7, 13-14 describe una visión en la que el Hijo del Hombre se acerca al Anciano de Días y recibe de Él dominio, gloria y reino eterno. Esta visión profética confirma la majestuosidad y la soberanía de Jesucristo sobre toda la creación. Él es el Rey eterno cuyo reinado nunca terminará.
Esta solemnidad nos invita a reconocer y aceptar a Jesús como el Rey supremo en nuestras vidas. Su reinado no se limita a un territorio geográfico o a una época específica, sino que abarca todo el universo y se extiende hasta la eternidad.
En esta celebración se nos recuerda que el reinado de Jesús se basa en el amor, la justicia y la misericordia. Él es el Pastor bueno que guía a su pueblo, el Salvador que ofrece perdón y redención, y el Juez justo que juzgará con misericordia. Al conmemorar esta Solemnidad estamos llamados a someternos a su autoridad y a vivir según sus enseñanzas. Reconocemos que sólo en su reinado encontramos verdadera paz, alegría y salvación.
Que esta festividad nos inspire a ser discípulos comprometidos de Jesús, a llevar su amor y su mensaje de salvación al mundo, y a vivir de acuerdo con los valores de su reino. Que Jesucristo, Rey del Universo, sea el centro y guía de nuestras vidas.
Luis E. Breña Solano
Centro Bíblico San Pablo Perú.