Celebrar la solemnidad de la Ascensión del Señor hoy no es igual como todos los años. Estamos en la Era de la post pandemia, por lo tanto, estamos ante una mayor responsabilidad que en otros años. Salimos de un año muy especial, 2020 y es mejor seguir caminando, pero dentro de la voluntad de Dios. Tengamos la valentía de acoger de nuevo la vida, con sus novedades de post pandemia.
Lo primero que tenemos ante la vida es el compromiso del Vayan, que nos marca el Evangelio de hoy, es un vayan para todos los bautizados. Estamos ante un pueblo que sufrió demasiado con la pandemia, y por lo tanto, necesita que tú le digas una palabra de aliento y esperanza. Necesita que alguien le hable de la alegría cristiana, del Evangelio de Jesús. El mandato que escuchamos, vayan, está vivo. Somos una comunidad cristiana en salida y si las respuestas han sido escasas, antes de la pandemia, en la post pandemia deben ser diferentes.
No solo busques que te prediquen a ti. Es muy cómodo. Debes salir a predicar. Pero, ¿qué vas a predicar? Lo que te ha enseñado Jesús. La misión es muy amplia, enseñar a todos los pueblos. Y ¿cómo llegar a todas partes? Utiliza tus contactos, las redes. Los bautizados estamos ante una inmensa muchedumbre humana que necesita del Evangelio y tiene derecho a recibirlo.
¿LLEGAR SOLO A LOS QUE VAN A MISA?
Hay mucha gente como ovejas sin pastor, Jesús lo repite una y otra vez. "Tengo compasión de la muchedumbre". Es muy actual esta frase del Evangelio. Hoy, el anuncio es más urgente por el momento nuevo que vivimos, post pandemia. Hay dos caminos. 1.- Llevar el Evangelio a tu familia, a las calles del país con pequeños programas comunitarios, desde la parroquia, ahí donde se necesita. O quedarse sentado, como un fósil de museo y seguir en la realidad como se vivía antes de la pandemia como si nada hubiera sucedido. La respuesta la tienes tú. Eres misionero cristiano.
EQUIPO PAULINO