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    La Paz en la Biblia

    06 Ene

    La paz abarca un profundo significado, desde el Antiguo hasta el Nuevo Testamento. Se encuentra una narrativa constante que refleja el deseo de Dios de que la humanidad viva en armonía y tranquilidad. La noción de paz es un hilo conductor fundamental que atraviesa toda la Biblia, transmitiendo un mensaje espiritual y humano de vital importancia.

    En el A.T, el término hebreo "shalom" va más allá de la ausencia de conflicto; denota un estado de armonía completa y plenitud en todas las dimensiones de la vida. Es un reflejo del diseño divino para la humanidad, donde la prosperidad, la salud y la reconciliación se entrelazan en un tejido espiritual y social.

    Tenemos ejemplos del shalom (paz) en los Salmos. El Sal 29, 11 declara: "El Señor dará fuerza a su pueblo; el Señor bendecirá a su pueblo con paz". Esta paz implica también el bienestar del Pueblo en todos los aspectos de su vida. En Isaías se relaciona el cese de la violencia con el trabajo de los campos que proveerá alimento al Pueblo. Isaías 2, 4, dice: "convertirán sus espadas en arados y sus lanzas en podaderas. No alzará espada pueblo contra pueblo, ni se adiestrarán más para la guerra".

    En el N.T, el término griego "eirene" no solo significa ausencia de guerra o una paz que se consigue por la guerra, representa la reconciliación entre Dios y la humanidad a través de la obra de Jesucristo.

    El Sermón del Monte, en Mateo, presenta a Jesús como el Príncipe de la Paz, promoviendo la reconciliación y el amor, incluso hacia los enemigos. En Jn 14, 27, Jesús consuela a sus discípulos diciendo: "La paz les dejo, mi paz les doy; no como el mundo la da, yo se las doy. No se turbe su corazón, ni se acobarde". San Pablo enseña en Flp 4, 7, que la paz que desborda todo intelecto es custodia de nuestra mente y corazón, al estar unidos a Cristo.

    En definitiva, la Biblia presenta la paz como un don divino y un ideal al cual aspirar. Más allá de las vicisitudes humanas, el mensaje bíblico trasciende el tiempo y sigue instando a la humanidad a buscar la paz en todos los aspectos de la vida, a través de la fe, la reconciliación y el amor mutuo.

    Luis Eduardo Breña Solano | Centro Bíblico San Pablo

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