Como todos los 11 de febrero nuestra Madre Iglesia celebra la Memoria de la Virgen de Lourdes, en conmemoración de la primera aparición de la Madre de Dios a la joven francesa Bernadette Soubirous en 1858, en la cual María se presentó como “la Inmaculada Concepción”. Estas apariciones tienen una tradición arraigada de milagros de Dios atribuidos a su intercesión de sanaciones en problemas de salud y en favor de personas desahuciadas, por lo que es la patrona de los enfermos.
Cuando meditamos sobre la imagen de Lourdes vemos cómo el Señor ha querido poner en manos de su Madre todas las verdaderas riquezas que los hombres debemos aspirar, y nos ha dejado en Ella el consuelo del que andamos tan necesitados. La Virgen en Lourdes se muestra siempre como Salud de los enfermos y Consoladora de los afligidos. Una Madre que nos consuela e intercede por nuestra salud integral, por ello cuando oramos acudimos a Ella, pues son muchas las necesidades que tenemos a nuestro alrededor. Ella las conoce bien, nos escucha allí donde nos encontramos y quiere que acudamos a su protección. A Nuestra Señora acudimos como hijos que no se quieren alejar de Ella: "Madre mía...", le decimos en la intimidad de nuestra oración, pidiéndole ayuda en tantas necesidades como nos apremian sobre todo en aquellas donde se ve involucrada nuestra salud integral.
La imagen de María en Lourdes nos recuerda la presencia activa de Diosito en nuestras vidas. Una presencia que nos conduce a la Virgen María como intérprete y conciliadora permanente de nuestras debilidades, porque, si fue llamada a cooperar en el plan redentor de Dios, es llamada también a seguir cuidando de la Iglesia, –sus hijos en la tierra–. Los Padres Conciliares nos recuerdan que: "Por su amor materno cuida de los hermanos de su Hijo que todavía peregrinan y se debaten entre peligros y angustias, hasta que sean llevados a la patria feliz. Por eso la bienaventurada Virgen es invocada en la Iglesia con los títulos de abogada, auxiliadora, socorro, mediadora" (LG 62). En definitiva, Lourdes nos recuerda que Dios sigue estando de nuestro lado, que le importa nuestras vidas y nuestra salud integral. Que es un Padre providente y como tal, quiere que vivamos en plenitud y amor.
Madre de Lourdes, ruega CON nosotros
Lic. Efrain F. Espinoza Carrasco.