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    Cuaresma: Un camino de transformación interior

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    09 Feb

    ¿De dónde viene la palabra cuaresma?

    Cuaresma viene del latín, de la palabra cuadragésima, y son los días que van desde el Miércoles de Ceniza hasta el Jueves Santo.

    ¿Qué significado tiene el período de 40?

    Nos recuerda los 40 años del camino del pueblo hebreo por el desierto. Los 40 días que Moisés pasó en el monte Sinaí. Los 40 días del camino de Elías para llegar a la montaña del Señor. Los 40 días de ayuno de Jesús en el desierto y sus 40 días de camino a la Pascua del Señor; es decir, a su resurrección y a su pascua.

    ¿Cuándo inicia la Cuaresma?

    El Miércoles de Ceniza: La ceniza recuerda el inicio del tiempo especial de conversión y fraternidad. Nos recuerda que nuestra vida es pasajera y frágil, que con facilidad el pecado se instala en la vida y también que nuestro destino no está en este mundo, sino está en el reino de Dios.

    ¿A qué nos convoca la Iglesia en el tiempo de Cuaresma?

    Nos convoca la conversión del corazón: un tiempo propicio para la purificación del corazón, mejorar la vida cristiana y tener una fuerte actitud de penitencia. Es tiempo para dejar el pecado y regresar a la gracia de Dios; y sobre todo, es tiempo de reconciliarte con Dios y con tu hermano.

    ¿Por qué son importantes durante el tiempo de Cuaresma la oración, la penitencia y el ayuno?

    Porque nos ayudan a cambiar nuestras actitudes de pecado y a reforzar la caridad para el prójimo.

    ¿Tiene sentido la Cuaresma sin la Pascua?

    No. La Cuaresma solo tiene sentido con la Pascua, porque durante la Cuaresma caminamos hacia la resurrección de Cristo y la nuestra. Cuaresma te prepara para aceptar en tu vida la Pascua del Señor.

    ¿Cuáles son las actitudes que debes reforzar en Cuaresma?

    •             Orar y contemplar la Palabra de Dios, que es escuela de conversión.

    •             Arrepentimiento y confesión de los pecados.

    •             Cumplir con el ayuno y la abstinencia que se le pide a los cristianos.

    •             Conversión, es decir, volver a Dios y a tus hermanos.

    •             Agradecer a Jesucristo que padeció y murió por nosotros en especial los viernes de Cuaresma con el rezo del santo Viacrucis.

    •             Reforzar las actitudes de bondad y caridad.

    Tomado del Libro “Cuaresma y Semana Santa”, P. Guillermo Gándara. SAN PABLO.

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